Por encima de cuestiones de índole tecnológico o comercial, la rentabilidad en el negocio de las materias primas agropecuarias se mide por niveles de ingresos y de gastos. De alguna forma, los ingresos y gastos a los que el productor debe enfrentarse, pueden ser estimados antes del período productivo.
Básicamente, con datos sobre gastos de los insumos que se involucrarán en el proceso, materias primas, impuestos, servicios y demás gastos (gasoil, reparaciones, herramientas…), ya sean directos o indirectos.
En lo que respecta a los ingresos, esta variable viene determinada por el valor de la producción, al colocarse en el mercado. Hay que recordar que los precios de los productos agropecuarios en el mercado están sometidos a variaciones más grandes que las de los costes, que suelen ser más rígidos.
La variabilidad de los precios en materias primas como el maíz o el girasol está siendo muy grande. Se dice que los agricultores en todos los países del mundo están más preocupados de la cotización de los precios de estas materias primas, que de las lluvias o sequías.
El maíz ha experimentado fuertes variaciones en los últimos tiempos. A ello hay que sumar una deflación en los precios de los alimentos, lo que dificulta el poder cubrir el coste de producción. ¿A qué se debe esto? En principio, la debilidad de las economías de los diferentes países y los movimientos en los mercados de capitales están influyendo decisivamente en la cotización de maíz, girasol y otras materias primas. Pero el exceso de oferta es la causa principal de que los productores apenas puedan cubrir gastos.
En los últimos años estamos asistiendo a un incremento en la demanda mundial de aceite, y a la vez una reducción de la cosecha de girasol en España. La tendencia que más predomina en el mercado de aceite actual es la incertidumbre y la dificultad para realizar previsiones.
No hay que olvidar que España continúa siendo deficitaria en la producción de girasol. Para conseguir que las necesidades de consumo interno nacional estén bien atendidas, en España necesitamos importar aproximadamente un millón de toneladas de pipas. Además, esta cifra se está viendo incrementada en la actualidad ante las continuas subidas del precio del aceite de oliva, que originan un cambio en el consumidor y la búsqueda de alternativas de una calidad mínima.
En la actualidad del cultivo del maíz, hay muchas opiniones que se cuestionan si realmente es un cultivo rentable. ¿Por qué razón? Por la misma que se analiza siempre en los cultivos agropecuarios. La variabilidad entre ingresos y gastos. La evolución de los precios de venta ha tenido un leve incremento en estos últimos años, pero los costes (sobre todo los fertilizantes) han tenido un alto crecimiento. De esta forma, es difícil equilibrar la balanza entre ingresos y gastos.
La situación agrícola actual, en lo que afecta a los cultivos de maíz y girasol, es peor que en el año 2001, que podría considerarse el comienzo de la crisis y el “pinchazo” de la burbuja económica. Algunos puntos positivos podemos buscarlos en que los actuales productores han podido obtener buenas campañas, lo que les está dando cierto margen de maniobrabilidad. Además, la ganadería también tiene un escenario más positivo que el que tenía en el año 2001, lo que ayuda mucho al sector agropecuario.
¿Cuál crees que va a ser la tendencia en este año?
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.