En las últimas dos décadas el cultivo del maíz se ha mantenido en crecimiento constante hasta alcanzar cerca de 850 millones de toneladas cosechadas anualmente en todo el planeta.
Cubriendo superficies en todos los continentes y siendo una de las principales fuentes de alimento, el maíz se ha convertido en objeto de investigaciones científicas que se enfocan en aumentar su rendimiento y desarrollar tecnología para facilitar su cultivo.
Y cuando la siembra de maíz se ve afectada con pérdidas cuantiosas que merman las reservas de alimentos disponibles en algunos países, es importante entender qué plagas pueden afectar el cultivo de maíz para tomar cartas en el asunto.
Algunas enfermedades y plagas afectan el cultivo del maíz y es necesario su control y eliminación para garantizar una cosecha abundante y sana.
Veamos algunas de ellas.
Cuando llega a un cultivo se extiende rápidamente afectando los granos de la mazorca. Hace agujeros hacia el interior de cada grano consumiéndolo en su totalidad y propician otras enfermedades del maíz.
Tienen unos dos o tres centímetros de longitud.
Tiene hábitos alimenticios nocturnos y por esta razón ese es el mejor momento para detectarlas en los cultivos, aunque sus daños son patentes al amanecer.
Se alimenta de la savia de las hojas de la planta y facilita la aparición de otras plagas del maíz en los sembradíos.
Su incidencia aumenta en las épocas de sequía y se alimenta de las hojas de las plantas en formación, afectando su crecimiento de manera importante.
Si no se controla a tiempo puede requerir una inversión importante limpiar el cultivo de esta plaga.
Aparece en forma de manchas de color café en las hojas de las plantas y afecta el correcto desarrolla de las mismas, causando una disminución considerable en el rendimiento de los cultivos.
Puede no haber signos externos de su presencia y se extiende debido al poco control de calidad en la selección de las semillas.
Es importante acotar que estas plagas no sólo afectan al maíz, sino que pueden causar daño en cultivos de otros cereales.
La detección temprana de cualquiera de estas plagas o enfermedades, es un factor clave para garantizar que la plantación llegue a buen término y ofrezca el mejor de los rendimientos.
Es por ello necesario que los agricultores y los organismos agrícolas de cada país lleven a cabo inspecciones rutinarias exhaustivas, a fin de evitar que, en caso de haber un brote de cualquiera de estas plagas, esta se extienda a través de grandes extensiones de terreno cultivado.