La harina de girasol es un maravilloso reemplazo de la harina de almendras, ya que es baja en carbohidratos e ideal para aquellas personas con alergia a las nueces. Muchos productos horneados cetogénicos se basan en harinas de almendras, pero lamentablemente esta dieta no es recomendable para personas con alergias e intolerancias adicionales.
¿Y es justo que se priven de esos antojos? ¡No lo es!
De modo que, si tú o algún familiar se encuentra buscando el ingrediente sustituto, hoy te contaremos todo sobre la harina de girasol, qué es y cómo usarla.
¿Qué es la harina de girasol?
La harina de girasol, es una harina de textura fina, hecha con granos de semillas de girasol crudos. Sin frutos secos, sin gluten y sin cereales, tiene un sabor ligeramente dulce, y con una ligera similitud al de la nuez, aunque la harina de girasol suele ser más neutra.
Esto hace que sea increíblemente versátil en la cocina, ya que funciona muy bien en una amplia gama de recetas.
Por lo general, esta harina se obtiene como un subproducto de la extracción por disolvente, a partir de las semillas de girasol. Y está compuesta de un 3% de aceite y entre 30 y 45% de proteínas y fibra.
Adicionalmente, la harina de girasol contiene fósforo, vitaminas B y E, y otros minerales, que proporcionan múltiples beneficios para nuestra salud. Sin embargo, esta harina no es tan popular como la harina de coco o la harina de almendras. Y esto se debe, a que no fue sino hasta hace poco que empezó a estar disponible para su compra como producto listo para usar.
Incluso, en los últimos años varias marcas de esta harina a base de semillas de girasol, han empezado a salir al mercado.
¿Cómo puedo utilizar la harina de girasol?
Las semillas de girasol secas pueden ser utilizadas para preparar una rica merienda rápida, para comer mientras ves una película, o a la hora del desayuno como cereal. Ahora bien, cuando se trata de la harina que se obtiene de estas semillas, las opciones se multiplican. Veamos.
Con la harina de girasol, te puedes permitir preparar todo tipos de recetas tales como trufas, pasta de girasol, crumble de manzana y milanesas, o alimentos que lleven levadura, como pan y galletas. Igualmente, con ella puedes empanizar tus carnes, pescados o pollo, aportándole mayor valor nutricional a tus alimentos y haciéndolos mucho más saludables para tu organismo.
A su vez, también es posible utilizar la harina de girasol como alimento para el ganado bovino, ya que aumenta su productividad y mejora la calidad de los productos ganaderos. Es así como las vacas que consumen esta harina, aumentan el contenido de grasa en la leche y mejoran la producción diaria.