Uno de los sectores más importantes de la vida económica, es el que se encarga de alimentarnos todos los días: el sector agrario. Y debido a que depende de las bondades que nos brinda la naturaleza, en esa misma proporción también padece las inclemencias de los fenómenos naturales.
Sequías, incendios, inundaciones, nevadas, plagas… todo eso y más, puede acabar con una cosecha en cuestión de segundos. Por ello, saber qué cubre un seguro agrario es fundamental, para quienes con amor y tesón ponemos la semilla que alimenta a cada familia española.
La producción agraria en España
España tiene un 82 % de producción agraria, desde la que se obtienen cereales, papas, cultivos industriales, cítricos, entre otros. El país se ubica como el cuarto productor de cítricos a nivel mundial, y luego de ello, le sigue la producción de cereal con un 40 %.
Mantener esos datos e incluso incrementarlos, depende del desarrollo de la estructura operativa del seguro agrario, que en España se le ha dado suma importancia. Veamos algunos datos.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español, España es el país europeo que más importancia ha otorgado a este tipo de seguros. Gracias a ello, en la actualidad se cuenta con “36 líneas de seguro, 42 clases de cultivo y 158 combinaciones de riesgo”.
Entonces, ¿Qué cubre el seguro agrario?
Mirémoslo a continuación. El seguro agrario protege al sector, de dos formas: seguro de daños y seguro integral.
Veámoslo en detalle.
Seguro de daños
Cuando se trata de un riesgo concreto como fenómenos naturales impredecibles, el seguro se encarga de proteger al asegurado, contra las pérdidas que se produzcan durante el año de cosecha.
Las pérdidas deben ser originadas, como dijimos, a factores inevitables o ajenos al control del asegurado.
Seguro integral
Con este seguro, se cubre la disminución de una cosecha con respecto a lo esperado, debido a elementos que no puedan ser controlados por el asegurado durante su labor agraria.
¿Cómo se verifica que hubo una disminución?
Pues, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se toma la tarea de establecer el rendimiento máximo, según la región, el tipo de cultivo y sus diferencias.