Diferentes corrientes de información aseguran que este dato es completamente fundamental cuando hablamos de una alta calidad en el producto final de dicha siembra.
Estas corrientes aseguran que el tiempo en el que se siembra el maíz es indispensable en el provenir de su crecimiento ya que en este periodo se experimenta la mayor radiación solar posible y esto hace que el llenado del grano sea óptimo y por lo tanto adquiera una mayor calidad.
Conociendo la importancia del tiempo preciso de sembrado, a continuación vamos a darte los datos necesarios para que el resultado logre ser de alta calidad.
Conseguir que el maíz tenga una calidad óptima no es una tarea fácil, y que este hecho supone una gran preocupación para todos aquellos que se dedican a este alimento tan versátil.
A lo largo de los años, se ha comprobado que la época idónea para la siembra de este producto es a principios de primavera (marzo-abril), pero es un hecho que cambia según el clima que acompañe a cada región en la que quiera sembrarse, ya que este es otro de los aspectos importantes en este proceso.
Para la siembra del maíz es recomendable que el suelo sea cálido, esté plenamente seco y sobretodo que sea capaz de soportar cargas. La temperatura del suelo puede alcanzar los 8-10 ºC.
Demasiado pronto: El producto final tendrá una baja calidad, germinará tarde y en un campo irregular. El tratamiento de las semillas se verá mermado y se reducirá la absorción de nutrientes.
Demasiado tarde: El periodo de vegetación será más corto y se observará una falta de madurez ademas de problemas de calidad y daños estructurales.
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