El maíz, planta de origen mexicano que se ha difundido por el resto del mundo,es una de las más nutritivas y beneficiosas para nuestra salud, pero también tiene algunos inconvenientes. En el territorio en el que se cultiva, abundan los insectos y organismos invertebrados, y es este el principal motivo por el que surgen desequilibrios y desajustes en el ecosistema
El cultivo del maíz se ve muy afectado por diferentes plagas. Desde la araña roja hasta el gusano gris, hay que saber combatirlas a su justa medida, ya que si nos pasamos podríamos dañar seriamente el cultivo.
El gusano del alambre es la larva de los insectos de la familia de los elatéridos y se trata de una de las plagas más frecuentes y que más daños provocan ya que viven bajo tierra muchos años y son difíciles de combatir.
Es un parásito que afecta a diferentes especies de cultivos. Se distingue fácilmente por su aspecto, ya que los adultos son de color verde y tienen una forma alargada.
Son insectos del suelo cuyas larvas son diferentes tipos de escarabajos, que se alimentan de las raíces. Dañan específicamente a cultivos invernales (trigo, cebada, arveja, lenteja) o siembras tempranas de cultivos estivales (maíz, sorgo, girasol). A este gusano se le conoce como “gallinita ciega”.
Estas larvas comen por la noche y durante el día permanecen enterradas en el suelo y enroscadas. El daño es que atacan el cuello de las plantas (la base de los tallos) y aparecen tronchadas. Importante en plantas anuales y hortalizas.
Diversas orugas del género Heliothis atacan al tomate, algodón, maíz, pimiento, tabaco, etc. Sí muestran una clara predilección por el maíz, en cuyas mazorcas tiernas se introducen para devorar todo su interior.
Araña roja
Esta plaga surge en cualquier momento, aunque es más visible con las altas temperaturas, en verano. Los productos para combatir este ácaro suelen ser muy agresivos, por lo que es recomendable aplicarlos con la dosis justa.
En el maíz podemos encontrar numerosas colonias en el envés de las hojas, en las inflorescencias masculinas y en la mazorcas. Esta plaga es más frecuente en cultivos establecidos en tierras bajas. La planta lesionada se empobrece, y si el ataque es intenso y disperso, disminuye la producción por la extracción de savia que realizan.
Una de las primeras señales de un ataque del taladro del maíz son las líneas de agujeros horizontales en las hojas jóvenes, causadas por las larvas al alimentarse. Mas adelante, se observan claramente excrementos y agujeros en los tallos o en la parte apical de la mazorca de maíz. Las galerías realizadas por las larvas debilitan las mazorcas y provocan su rotura cuando hace viento.