Comenzaste el verano sembrando tus hortalizas favoritas, y ahora te preguntas “¿Cómo cuido mi cosecha durante el verano?”.
Es normal que en esta parte del proceso la presión aumente, ya que no se quiere perder parte del esfuerzo invertido en la siembra, solo que antes de preocuparte lo mejor es ocuparte implementando algunas tareas en pro de tu huerto.
Y en ese sentido, te daremos algunos tips importantes para que coseches la recompensa de tu esfuerzo y lo disfrutes en la mesa.
¿Cómo cuido mi cosecha durante el verano?
Si no tienes claro aún cómo cuidar tu cosecha durante el verano pero quieres un huerto próspero, estas son algunas de las recomendaciones que te damos.
¡Toma nota!
Organízate
El éxito de toda tarea siempre depende del nivel de organización que se tenga.
Por eso, debes hacerte cargo de tus responsabilidades sin abandonar aquella que asumiste este verano, ya lo sabes, tu huerto.
Planifica qué harás cada día por él.
Por ejemplo, los lunes te puedes hacer cargo de quitar las malas hierbas; los martes, de limpiar el césped, y así día por día.
Para ello, es importante sentarte a planificar lo que necesitas hacer cada día, y crear un cronograma, a fin de que tengas claro qué tareas debes cumplir, al menos unos minutos al día.
Elimina la maleza
Ocúpate un día de quitar las malas hierbas, cortar el césped, recolectar las frutas y retirar los desechos de las plantas que muestren signos de enfermedad.
Una vez que la tierra esté expuesta, usa tus manos o una azada de jardín para quitar las malas hierbas que se han estado escondiendo durante el verano.
Las malas hierbas que aún no han formado semillas, puedes convertirlas luego en abono, mientras que las que ya han puesto semillas, es mejor desecharlas.
Nutre el suelo
Un buen suelo es el secreto para tener un jardín productivo y comestible año tras año.
Las hierbas y hortalizas que cultivaste este verano han estado absorbiendo los nutrientes del suelo, a fin de impulsar su crecimiento y producción; y es por ello que, es importante reponer estos nutrientes para mantener la tierra saludable.
¿Y cómo hacerlo?
Si tienes suministro de abono casero, tales como cáscaras de huevo, pieles de plátano, posos del café, ceniza de la chimenea, humus de lombriz, entre otros, este es el momento de utilizarlo.
Y en caso de que no (que es muy difícil, pero podría ocurrir), puedes recoger abono en bolsas en algún vivero de tu localidad.
Incluso, también puedes sacar provecho del césped o de la mala hierba que cortaste, ya que conservan algunos de los nutrientes que han absorbido del mismo suelo en el que han crecido.
Y una vez con tu abono en mano, extiende una capa gruesa sobre la capa superior de la tierra, y luego voltea con una pala, trabajando todo el suelo.
Usa mantillo
El calor del verano elimina la humedad del suelo y hace que muchas plantas sufran al no brindarles un mantillo que las ayude a retener el agua que tanto necesitan.
De modo que, procura agregar una capa de corteza, paja o mantillo de hojas secas sobre la superficie del suelo.
Esto mantendrá la humedad de la tierra y, a su vez, ayudará a suprimir el crecimiento de la maleza.
Aprovecha la mañana
Quienes trabajan en el campo o en los huertos, saben que es mejor trabajar en las horas de la mañana, para evitar que el sol inclemente les caiga encima.
Así que, te sugerimos configurar tu alarma, levantarte temprano, tomarte una buena taza de café y comenzar tu jornada.
La cantidad de tiempo que dedicarás a la faena lo dispones tú…. o el sol.
No olvides que si empiezas antes terminas más temprano de que comience la parte más calurosa del día.
Si puedes, instala un temporizador
El uso eficiente del agua no solo beneficia a tu bolsillo y a los recursos del planeta, sino que además te brinda una mejor producción en tu huerto.
Y en ese sentido, una de las mejores formas de regar donde lo necesites y cuando lo necesites, es usando temporizadores que encienden y apagan automáticamente el sistema de regado.
Si te animas a instalarlo, riega temprano en la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas aún son frescas y la evaporación es menos probable; asimismo, asegúrate de apagar los temporizadores cuando haya pronósticos de lluvia.
Entrena tus plantas
Sí, así como lo lees.
El verano también es una temporada productiva para esas plantas a las que les gusta escalar, y si no se les da un buen entrenamiento, estas pueden enredarse en lugares indeseables, no sólo dentro, sino incluso fuera de tu jardín.
Y tú no quieres que eso ocurra, ¿o sí?
Para evitarlo, procura mantenerte al día con este tipo de plantas, y guíalas por enrejados o cables, a medida que alcanzan nuevas alturas.
Bloquea el buffet para los animales
Un jardín o huerto lleno de flores, frutas y hortalizas, es una invitación muy tentadora para los animales del vecindario o para los tuyos, incluso; así que, no olvides proteger tus plantas de esas pequeñas y grandes criaturas.
Te sugerimos colocar cercas lo suficientemente altas alrededor de tu huerto, como para que ningún animal grande pueda saltarla.
Y en cuanto a los animales pequeños, mantén mariquitas cerca para que se alimenten de pulgones, traslada las plantas viejas a otra área del jardín, usa insecticidas naturales y coloca latas o vasos de cerveza abiertos y cortos cerca para extraer las babosas.
También, puedes usar redes en la parte superior de tu cultivo, para evitar que las aves confundan tu huerto con su buffet.