El mundo no se hizo en 1 día, y la agricultura es igual; se requieren días, semanas o incluso meses de arduo trabajo, para disfrutar de una buena cosecha.
La idea final es aumentar la productividad obteniendo el resultado esperado, y en ese terreno hay dos prácticas agrícolas que, según cada caso, vale la pena conocer y entender.
Así que, aclaremos enseguida qué son la agricultura intensiva y extensiva y cuáles son sus beneficios.
La agricultura intensiva y la agricultura extensiva, se desarrollan en un terreno común: La tierra… Aunque los métodos que utiliza cada una para hacer brotar de ella el grano que nos alimenta, son un tanto diferentes.
Es allí entonces cuando nos surge la pregunta: “¿Qué son la agricultura intensiva y extensiva?”.
Veámoslo.
La agricultura intensiva quizá la hayas leído o escuchado en algún momento con su otro nombre: “Agricultura Industrial”; y en pocas palabras, de eso se trata.
La agricultura intensiva es el método más típico de cultivo, y es la que origina parte de los alimentos que se consumen en todo el mundo; motivo por el cual utiliza grandes cantidades de mano de obra y capital para plantar, cultivar y cosechar.
Ahora bien, en el caso de la agricultura extensiva sucede lo contrario, ya que se trata de un sistema de producción agrícola en el que se utiliza un capital y mano de obra menor, en relación con el área de tierra.
¿Y cuál es el mejor o nos brinda mayores beneficios?
Mirémoslo a continuación.
Ya entendimos qué son exactamente cada una de estos sistemas de producción, pero ahora la pregunta que nos surge es: “¿Cuáles son los beneficios de la agricultura intensiva y extensiva?”. Aquí te los desglosamos uno a uno.
La mayoría de las empresas agrícolas comerciales se dedican a la agricultura intensiva, así que veamos cuáles son los beneficios de esta:
La agricultura extensiva es el método tradicional de cultivo que muchos conocemos y, generalmente, se ubica a cierta distancia de los mercados primarios, así que veamos sus beneficios: