Junto al trigo y al arroz, el maíz es uno de los cultivos más importantes para la especie humana, superando su producción mundial en la actualidad a la increíble cifra de un mil millones de toneladas. Por ello, el control de las plagas que afectan a producción de maíz tiene para el hombre una importancia a nivel de supervivencia. En el presente artículo conocerás qué plagas pueden afectar al cultivo de maíz.
1.- Gusano cogollero
Se denomina como gusano cogollero a la larva de la polilla nocturna Spodoptera frugiperda, que es considerada una de las principales plagas que afectan los cultivos de cereales en el mundo. Esto debido en parte a que durante la etapa de reproducción, la polilla puede volar hasta 100 km en una sola noche, lo que favorece a la propagación de esta plaga.
En su primer estadio larval el gusano cogollero es de color claro, con una distintiva cabeza grande y oscura. En los estadios subsiguientes se torna más oscuro, de color marrón con líneas blancas longitudinales, manchas oscuras y espinas.
Esta plaga es capaz de desplazarse y atacar otros cultivos aledaños, una vez ha devorado en inicial. Si no se controla, puede llegar a producir una merma en el rendimiento de la cosecha de hasta el 65%.
2.- Gusano gris
Se denomina gusano gris a la larva de varias mariposas que forman parte de la familia de los Noctuídos, incluyendo la Agrotis segetum, Agrotis ípsilon y Agrotis exclamationis. Presenta un tamaño de entre 4 y 5 cm, y tal como su nombre lo indica, un color grisáceo, en algunos casos con anillos negros.
Esta larva inicia comiendo las hojas centrales de las plantas jóvenes, expandiéndose con el tiempo al resto de la misma. Dada su voracidad, termina causando el marchitamiento general, y con ello, disminuyendo considerablemente el volumen de plantas productivas.
3.- Taladro del maíz
El taladro del maíz es la oruga de polilla Ostrinia nubilalis, que afecta principalmente los cultivos de maíz en Europa. Recibe su nombre debido a que se introduce en el centro de la piña (o mazorca) que forma el fruto del maíz, y va devorando poco a poco su interior.
Dado a que la plaga invade el interior del fruto y los tallos de la planta, una vez ocurrida la infección, los tratamientos con agroquímicos son poco efectivos. Por ello, en las zonas donde este insecto suele atacar, la mejor opción es realizar un tratamiento preventivo, mientras las piñas se están desarrollando.
4.- Araña roja
Se denomina araña roja a un conjunto de especies de ácaros de color rojo, y apenas resultan visibles a simple vista. Incluye tanto ácaros del género Tetranychus como las del género Oligunychus.
Puede llegar a ocasionar pérdidas económicas de consideración en el cultivo del maíz, cuando ataca a la planta durante el inicio de floración y llenado de grano. Entonces genera una deshidratación que ocasiona un desarrollo raquítico de la mazorca, produciendo granos pequeños y de bajo peso especifico.
5.- Gusano blanco
Se conoce como gusano blanco a las larvas de un conjunto de escarabajos que incluyen al Diloboderus abderus Sturm, cuyo nombre común es Bicho torito. Estas larvas viven bajo la tierra, y allí atacan las raíces de la planta para alimentarse, produciendo un daño de las mismas.
Sin embargo, solo bajo situaciones excepcionales el gusano blanco constituye un peligro para la siembra del maíz. De hecho, la presencia de un número moderado de estas larvas es considerada beneficiosa, ya que ayuda a reciclar los nutrientes, y facilita la aireación e infiltración de agua.
6.- Pulgón del maíz
Las plantaciones de maíz son susceptibles al ataque del pulgón verde, cuyo nombre científico es Rhophalosiphum maidis. Se reconoce por su color verde azulado, y porque en la parte posterior de su abdomen posee dos púas o cornículos negros.
Estos pulgones se encuentran en toda la planta, pero son más abundantes en el cogollo y ocasionalmente, en las espigas. En general no interfieren con la polinización, a menos que la mayoría de las espigas estén altamente infectadas.
Salvo casos excepcionales, este insecto no se considera una plaga primaria, ya que suelen atacar apenas entre el 2% y 3% de las plantas. Solo en el caso que afecte a más del 20% de los cogollos de las plantas antes de la emergencia de la espiga, termina afectando la producción. Ello al causar un desarrollo incompleto de los granos o bien plantas estériles.